A lo largo de la vida, vamos desarrollando una serie de “vicios” posturales: al sentarnos, agacharnos, caminar, coger peso o incluso al dormir, podemos adoptar malas posturas.
Estas posturas incorrectas van rompiendo el equilibrio de nuestro cuerpo y dan lugar a contracturas musculares, tensión y dolor, que pueden hacerse crónicos y convertirse en verdaderas patologías.
La reeducación postural global, tras un trabajo activo por parte del paciente dirigido por el fisioterapeuta, consigue un restablecimiento de la postura y del esquema corporal.
Es un tratamiento individual en el que se dirige al paciente a corregir sus restricciones musculares y desequilibrios articulares de forma global, y prestando especial atención al origen de la lesión.